jueves, 6 de diciembre de 2012

Conoce las pruebas realizadas por PCA Lab

Para probar las placas, contamos con un flamante procesador Intel Core i7 3770K Ivy Bridge, así como un disco duro SSD SanDisk Extreme de 240 Gbytes, dos módulos de memoria Kingston HyperX DDR3-2000, un ventilador de Intel por aire y un monitor de 19’’ con entrada HDMI a la que conectamos la salida HDMI de las placas, ya que, en este caso, usamos los gráficos integrados para las pruebas en vez de una gráfica dedicada. Atendiendo a las premisas de Intel, los gráficos integrados han mejorado notablemente respecto a la generación anterior, y merece la pena darles una oportunidad.
En estas placas, la configuración habitual pasa por cuatro ranuras de memoria DDR3, que, gracias al nuevo controlador de memoria de Ivy Bridge, permite usar módulos de hasta 2.800 MHz e incluso 3.000 MHz. Los puertos USB 3.0 son tanto responsabilidad del chipset Intel Z77 como de otros fabricantes que fabrican controladoras alternativas.
De este modo, se pueden integrar más puertos de este tipo. Con los puertos SATA pasa otro tanto de lo mismo. Intel ofrece SATA 6 Gbps en el chipset, pero, en el total de conexiones, las de Intel suelen ser solo dos, y el resto son responsabilidad de otros fabricantes. Eso sí, tecnologías como Smart Response dependen del mismo, así que tendrás que identificar claramente los SATA para hacer un correcto uso de las diferentes tecnologías que ofrece la placa.
Placas base para procesadores Ivy Bridge Pruebas 1
Cinebench pone al procesador al máximo rendimiento y mide la potencia de cálculo tanto en aplicaciones multinúcleo como en aquellas con un único core

Qué aspectos valoramos

Las placas base son productos muy complejos. Ya no solo se trata del soporte para el procesador y la memoria. Desde la placa base, se controlan todas las entradas y salidas, el overclocking, el nivel de trabajo del ventilador, o incluso el tráfico de red o el rendimiento de los sistemas de almacenamiento. De todos modos, es necesario pasar pruebas de rendimiento para detectar posibles fallos más que para detectar diferencias significativas; al menos sin overclocking.
Hoy en día, la norma es usar componentes de calidad, así como reguladores de voltaje digitales que cada fabricante aprovecha de un modo diferente, pero que, en conjunto, dan una idea de consistencia generacional. Las fases de potencia, sean más o menos, ayudan a que el sistema funcione de un modo más eficiente, pero, en cuanto tocas algún parámetro de rendimiento, la gestión de fases se desactiva y todas funcionan en todo momento, por ejemplo. Los componentes de potencia disipan menos calor, y eso se refleja en equipos más fríos. La parte más caliente a veces son los chips de las redes de comunicaciones o los controladores de disco, y ya no las etapas de potencia.
Para medir el rendimiento, usamos PCMark 07, por un lado, Cinebench R11.5, por otro, y Kribibench y x264HD v4.0. Son pruebas que permiten detectar un correcto funcionamiento del procesador, la memoria y el almacenamiento. Medimos el consumo del sistema y la temperatura en algunas zonas clave, como los disipadores de las etapas de potencia de la placa o los del chipset. En otro orden de cosas, el software y aplicaciones incluidas tienen relevancia, así como la BIOS y su interfaz que ahora es ya interactiva y con interfaz gráfica de usuario.
Placas base para procesadores Ivy Bridge Pruebas 2
Con PCMark 07, analizamos el rendimiento del equipo desde una perspectiva global, tanto en multimedia como en procesamiento y almacenamiento
Las características técnicas suman, pero recuerda que no siempre necesitas la placa que lo tenga absolutamente todo. Analizar los resultados no siempre es sencillo en un componente donde intervienen tantos elementos. Por ejemplo, las diferencias en las medidas de potencia consumidas son apreciables en algunas circunstancias, pero no es fácil interpretar el motivo.
La presencia de más chips, o la eficiencia de las etapas de potencia y regulación de voltaje es una posible causa, pero no tenemos los datos del consumo de todos y cada uno de los chips. Por tanto, llamamos etapas de potencia a las que se encargan de convertir los voltajes que provienen de la fuente (+12 V, +3 V) a los que usa el procesador, tanto a escala de CPU como GPU o controlador de memoria, donde se manejan decenas de amperios y decenas de vatios.

Placas base para Ivy Bridge analizadas

ASRock Z77 Extreme9

ASRock Z77 Extreme9, una propuesta equilibrada y ambiciosa

Fabricante: ASRock / Precio: 369€
La apariencia de la placa de ASRock está realmente cuidada, con un acabado y construcción de buena factura y una disposición de los componentes aprovechada
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Placa base Asus Maximus V Formula /Thunder FX

Placa base Asus Maximus V Formula/Thunder FX

Fabricante: Asus / Precio: 399€
En un formato Extended ATX, mayor que el ATX convencional, Asus ha conseguido empaquetar el máximo nivel de tecnología posible, por lo que a este modelo no le falta prácticamente de nada
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Gigabyte GA-Z77X-UD5H WiFi

Placa base Gigabyte GA-Z77X-UD5H WiFi

Fabricante: Gigabyte / Precio: 228€
Esta placa destaca por la integración de tecnologías de gran calado, como el uso de módulos reguladores de voltaje (VRM) con modulación por pulsos (PWM)
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Intel DZ77GA-70K

Placa base para Ivy Bridge Intel DZ77GA-70K

Fabricante: Intel / Precio: 274€
Intel no se identifica con placas base para entusiastas, pero lo cierto es que, además de procesadores, también ofrece a los usuarios placas base con cada nueva generación tecnológica
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MSI Z77A-GD65

Placa base para Ivy Bridge MSI Z77A-GD65

Fabricante: MSI / Precio: 179,95€
La placa de MSI no es la más completa en cuanto a conectividad o especificaciones, pero, en las pruebas, se ha mostrado como una de las más destacadas del mercado en cuanto a comportamiento
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Zotac Z77ITX-A-E

Zotac Z77ITX-A-E, ideal para un equipo instalado en el salón

Fabricante: Zotac / Precio: 145€
Quienes busquen un equipo de salón con un tamaño mínimo, pero con un rendimiento elevado, tienen en esta propuesta, atípica dentro del repertorio de opciones con chipset Intel Z77, una solución imbatible
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La opinión de PCActual: Un rendimiento escalable

Los procesadores Ivy Bridge son la máxima expresión de rendimiento y eficiencia en el mundo PC, con el permiso de AMD que juega muy bien la baza de la calidad/precio/rendimiento, pero sin destacar en ningún apartado por separado. Ivy Bridge, sin embargo, sí es un buen escaparate tecnológico que muestra lo que un ordenador puede dar de sí a día de hoy.
Por supuesto, siempre sobre una placa base que esté a la altura de las circunstancias. Este es el caso de las placas con chipset Intel Z77, el más completo de la serie 7 de chipsets que incluyen USB 3.0 nativo, al fin, junto con PCI Express 3.0 y con mejoras en la tecnología de fabricación del propio chip. Además, las tecnologías avanzadas también se usan para la gestión de los voltajes y corrientes que se entregan a la CPU, con un uso generalizado de componentes digitales y gestión modular por fases.
Placas base para procesadores Ivy Bridge opina
Asus destaca por la posibilidad de definir qué nivel de potencia se quiere configurar en la CPU, mientras que Gigabyte o MSI lo hacen por la calidad y diseño de las etapas de potencia y regulación de voltaje más que por las posibilidades de configuración que ponen a disposición de los usuarios. Cada placa tiene su propia identidad, desde ASRock con sus tecnologías XFast (LAN, RAM o USB) hasta Zotac con el formato mini-ITX, pasando por Asus con todo el repertorio de tecnologías para overclocking y conectividad, Gigabyte y la ranura mSATA para discos SSD aceleradores, MSI con OC Genie para un overclocking muy sencillo, o Intel como escaparate de sus tecnologías Smart. Al final, muchas de las características tecnológicas dependen más de la plataforma desarrollada por Intel que de los desarrollos de los fabricantes, aunque sí que hay diferencias en el modo de acabar los productos.
Cada placa tiene su audiencia. Asus tiene un producto muy logrado para entusiastas, del mismo modo que ASRock, aunque para gaming extremo, ofrece hasta QUAD SLI o CrossFire, mientras que el primero se queda en un máximo de tres tarjetas. Sin embargo, éste permite usar refrigeración por agua de forma nativa. Son aspectos que hay que considerar en cada caso para realizar la mejor elección.
MSI tiene en su propuesta una de las más eficientes y amigables para usuarios medios. Con un overclocking muy sencillo y una eficiencia muy lograda. Gigabyte está en un punto intermedio, con una solución más completa gracias a su módulo WiFi más BT, pero con un comportamiento menos noble de cara a usuarios poco duchos en tecnología. Intel tiene un producto equilibrado, pero sin destacar en ningún apartado concreto, mientras que Zotac es perfecto para escenarios multimedia Home Theatre HTPC. En definitiva, tú decides. Las opciones son correctas como mínimo y excelentes según cada caso concreto y apartados específicos que examines.

Lo mejor: Consumo y conectividad

Las placas Z77 contemplan USB 3.0 nativo y conectividad SATA 6 Gbps de forma generalizada, lo que simplifica el diseño de las mismas. Además, se ha mejorado la gestión de la energía en la placa con tecnología de fases y reguladores de voltaje digitales de gran eficiencia. El audio es de muy elevada calidad y hay formatos para todas las necesidades, desde mini-ITX hasta Extended ATX.
Placas base para procesadores Ivy Bridge opina 2

Lo peor: Sin mSATA ni Thunderbolt

De momento, ni rastro de Thunderbolt, aunque ya hay algunas placas que lo integran, pero debería ser una conectividad implementada de serie en todos los modelos al mismo nivel que USB 3.0. Por otro lado, la opción mSATA tampoco está muy extendida, aunque es de mucha utilidad ahora que empiezan a comercializarse unidades mSATA a precios asequibles. Y, como siempre, el precio es una variable que se dispara para los modelos más avanzados.


Placas base para procesadores Ivy Bridge opina 3
Fuente: http://www.pcactual.com/

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